Con una buena calidad del aire en los ambientes de oficina, puede mejorar la productividad, reducir las objeciones de asistir a la oficina relacionadas con la salud y el ausentismo por enfermedades. En resultado crea una oficina segura, saludable y cómoda para tus empleados.
La mayoría de los empleados pasan por lo menos 40% de su día laboral dentro de la oficina. Esto significa que más de un tercio de su día podría estar expuestos a elementos no deseables en el aire, tal como es el caso de alto nivel de CO2 ocasionado por una mala renovación de aire en el lugar. Si no se cuida la calidad del aire, puede resultar en problemas de salud incluyendo dolores de cabeza, fatiga, complicaciones respiratorios, lo que resulta en una disminución de la productividad y un aumento de los días de enfermedad para los empleados. Los estudios muestran que la calidad del aire interior tiene un impacto significativo en el rendimiento cognitivo de los empleados.
Los empleadores tienen la responsabilidad de garantizar un entorno de trabajo saludable, seguro y cómodo, y los empleados tienen el derecho básico a respirar aire saludable.
La gestión de la calidad del aire interior comienza con la comprensión de los parámetros básicos del aire que se respira en cada ambiente, para que sea posible tomar las medidas adecuadas y lograr un entorno de oficina saludable para sus empleados.
Al monitorear permanentemente la calidad del aire interior, tendrá mejores conocimientos sobre los diferentes factores que influyen en la salud de sus empleados y por lo tanto tendrá la información necesaria para tomar mejores decisiones en cuanto al entorno que desea ofrecer en su oficina.
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